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Cuando terminé de escribir este libro, descubrí que abundaban en él los errores (No ortográficos ni de puntuación). Me dediqué entonces, a repararlos. Una vez finalizada aquella ardua tarea y ante una nueva lectura del mismo, re descubrí que le había quitado toda su ropa interior; todos sus más bellos y sabios atributos y enseñanzas y lo había expuesto desnudo e indefenso ante mis ojos.
Traté entonces infructuosamente de ponerme en su lugar, pero fue en vano porque lo hice cargando a mis espaldas mis propios errores, con lo cual no conseguí empatizar con él. Entonces comprendí que fueron ellos quienes me llevaron de la mano a escribirlo; que ahora él tenía vida propia y que ya no dependía de mí; que debía dejarlo volar. De modo que devolví lo que no consideraba mío, y lo eché a los vientos cargando consigo todos sus desaciertos y todos sus errores como lo había hecho yo con mi propia vida para llegar a este punto final.
Autor:
JORGE GALLEGOS
Trapitos intimos
Cuando terminé de escribir este libro, descubrí que abundaban en él los errores (No ortográficos ni de puntuación). Me dediqué entonces, a repararlos. Una vez finalizada aquella ardua tarea y ante una nueva lectura del mismo, re descubrí que le había quitado toda su ropa interior; todos sus más bellos y sabios atributos y enseñanzas y lo había expuesto desnudo e indefenso ante mis ojos.
Traté entonces infructuosamente de ponerme en su lugar, pero fue en vano porque lo hice cargando a mis espaldas mis propios errores, con lo cual no conseguí empatizar con él. Entonces comprendí que fueron ellos quienes me llevaron de la mano a escribirlo; que ahora él tenía vida propia y que ya no dependía de mí; que debía dejarlo volar. De modo que devolví lo que no consideraba mío, y lo eché a los vientos cargando consigo todos sus desaciertos y todos sus errores como lo había hecho yo con mi propia vida para llegar a este punto final.
Autor:
JORGE GALLEGOS