El autor es el fiel guardián de un pasado que gracias a su talento se vuelve presente en estas páginas.

Desde ellas nos convida a un paseo fascinante: allí conviven nostalgias navideñas con marionetas enamoradas, los amores fatales y las travesuras adolescentes bailan un tango mágico a la medianoche, los naipes y el fútbol reúnen a la barra en un purgatorio arrabalero con pinta de bar y, mientras eso sucede, el gusto salado de un día en el mar va impregnando el aire con la sutileza de una caricia. Este libro no es nuevo. Nació hace muchos años en una esquina como tantas pero diferente a todas, su alero fue refugio de sueños juveniles y sus paredes fatigadas por el tiempo invitaban a vivir historias. Daniel las entendió como nadie y desde aquellos años se dedicó a cuidarlas, a mantenerlas vivas y abrigadas al rescoldo del corazón. Por fin llegó la hora de darlas a conocer y aquí están, contadas con dulzura y con talento para que cada lector se reconozca en ellas. Porque de eso se trata este libro: asomarnos un ratito al pasado, visitar a quienes fuimos y saludarnos con una sonrisa de inevitable nostalgia.

Autor:

DANIEL EDUARDO MESA

En esta contratapa encontrarán algo distinto a lo que están acostumbrados: no una biografía convencional, sino la historia de un autor que formó parte de una generación que tuvo el privilegio de habitar un barrio en la época en que aún las puertas permanecían abiertas a cualquier hora. Ese lugar en el que todas las familias que lo habitaban eran también nuestra familia. Donde la vida transcurría al mismo ritmo y compás del tango, el fútbol resonaba en cada esquina y los amigos eran más que simples compañeros, eran hermanos de corazón. Entre risas y lágrimas, se compartían alegrías y tristezas, cada encuentro era una celebración y cada desafío una oportunidad para fortalecer los vínculos que aún nos unen. A través de las páginas de este libro, los invito a revivir esos momentos de camaradería y complicidad que definieron una época y dejaron una huella imborrable en mi corazón.

SOY DANIEL EDUARDO MESA, SIMPLEMENTE UN PIBE DE BARRIO.