El proceso judicial como es, y cómo debiera ser.

 

Un proceso, suelen decir, es una serie de aconteci­mientos relacionados por el fin perseguido, que además ocurren como suce­sión predeterminada por una reglamentación tam­bién previa. 
Un proceso judicial com­parte estas pautas, con la particularidad de que aparecen dirigiendo esa sucesión de ocurrencias como controladores, or­ganismos judiciales ca­racterizados por la pre­sencia de un sujeto de­nominado Juez, pero con una actividad además expandida en sus auxilia­liares (secretarios, prosecretarios, etc.) 
Lo cual parece muy lógi­co, pues tratándose casi siempre de situaciones controvertidas, resulta im­prescindible un árbitro, como en cualquier com­petencia. 
La distorsión insoporta­ble ocurre cuando el árbitro, además de decre­tar y sancionar los pe­nales, los ejecuta inapelablemente. 
La pregunta ineludible, entonces, es: ¿quiénes son los DUEÑOS del proceso? 
Porque si los jugadores deciden afrontar la competencia, es a partir de que el resultado depen­derá de muchas contin­gencias, pero en ningún caso de un tercero de­signado para mantener un equilibrio justo y ra­zonable. 

 

Autor:

DR. JULIÁN ALEJANDRO ÁLVAREZ MARCHINO

El autor nació en la Capi­tal Federal en 1945, radi­cándose definitivamente en el interior neuquino en su adolescencia. Es abo­gado egresado de la Uni­versidad Católica de Sal­ta y Magister en Derecho Procesal por la Universi­dad Nacional de Rosario. Previo a su graduación se desempeñó en el Po­der Judicial de Neuquén durante 40 años, actuan­do en la mayor parte de ellos como Jefe de Des­pacho de oficinas pena­les de 1ª Instancia, Cá­mara de Apelaciones y Defensorías. Ingresado en 1965, su actividad transitó por los diversos sistemas procesales, escriturista, oral mixto y ad­versarial. En ese recorri­do formó parte además de la conducción sindi­cal, incorporando un am­plio conocimiento prácti­co de la actividad concreta de las distintas depen­dencias judiciales. Como abogado litigante conti­nuó su labor en distintos fueros, y en la dirección de un estudio jurídico. En esta obra ha procura­do aportar su experiencia laboral proponiendo revi­sar y democratizar el lla­mado lenguaje jurídico. 

Nos, dueños del proceso

$5.75 USD
Nos, dueños del proceso $5.75 USD
Shipping for zipcode:

Shipping Methods

  • Servicop Calle 13, 1137 Esquina 520 bis (1906) Tolosa, Buenos Aires - Atención de Lun. a Vie. de 10 a 17 hs.

    Free
Protected purchase
Your data taken care of throughout the purchase.
Returns and changes
If you don't like it, you can change it for another one or return it.

El proceso judicial como es, y cómo debiera ser.

 

Un proceso, suelen decir, es una serie de aconteci­mientos relacionados por el fin perseguido, que además ocurren como suce­sión predeterminada por una reglamentación tam­bién previa. 
Un proceso judicial com­parte estas pautas, con la particularidad de que aparecen dirigiendo esa sucesión de ocurrencias como controladores, or­ganismos judiciales ca­racterizados por la pre­sencia de un sujeto de­nominado Juez, pero con una actividad además expandida en sus auxilia­liares (secretarios, prosecretarios, etc.) 
Lo cual parece muy lógi­co, pues tratándose casi siempre de situaciones controvertidas, resulta im­prescindible un árbitro, como en cualquier com­petencia. 
La distorsión insoporta­ble ocurre cuando el árbitro, además de decre­tar y sancionar los pe­nales, los ejecuta inapelablemente. 
La pregunta ineludible, entonces, es: ¿quiénes son los DUEÑOS del proceso? 
Porque si los jugadores deciden afrontar la competencia, es a partir de que el resultado depen­derá de muchas contin­gencias, pero en ningún caso de un tercero de­signado para mantener un equilibrio justo y ra­zonable. 

 

Autor:

DR. JULIÁN ALEJANDRO ÁLVAREZ MARCHINO

El autor nació en la Capi­tal Federal en 1945, radi­cándose definitivamente en el interior neuquino en su adolescencia. Es abo­gado egresado de la Uni­versidad Católica de Sal­ta y Magister en Derecho Procesal por la Universi­dad Nacional de Rosario. Previo a su graduación se desempeñó en el Po­der Judicial de Neuquén durante 40 años, actuan­do en la mayor parte de ellos como Jefe de Des­pacho de oficinas pena­les de 1ª Instancia, Cá­mara de Apelaciones y Defensorías. Ingresado en 1965, su actividad transitó por los diversos sistemas procesales, escriturista, oral mixto y ad­versarial. En ese recorri­do formó parte además de la conducción sindi­cal, incorporando un am­plio conocimiento prácti­co de la actividad concreta de las distintas depen­dencias judiciales. Como abogado litigante conti­nuó su labor en distintos fueros, y en la dirección de un estudio jurídico. En esta obra ha procura­do aportar su experiencia laboral proponiendo revi­sar y democratizar el lla­mado lenguaje jurídico.