“Habré empecinadamente de aferrarme siempre a ráfagas del subconsciente que, reales o no, permitan entrecerrando los ojos, deambular por realidades más gratas”. 

Así comienza lo que pretende ser tan sólo un grupo de imágenes de sucesos vividos en los ámbitos muy específicos de la adolescencia de un joven en la década del sesenta, que arranca con los sueños infantiles de su futuro para proyectarse en su juventud, ya en la década del setenta, la de plomo.
Así, Roberto Saunero encara estas narraciones con la convicción de que, para su generación, la suerte de su país se decidió en esas décadas, que dejaron una marca de fuego sobre las dos generaciones siguientes. De esos años cuenta sus experiencias.
Y no vacila en admitir que relatará el producto de una visión deformada por las parcialidades de sus ojos, que, “quitarán y aportarán capas, como en esos juegos didácticos que dan una visión del cuerpo humano por la superposición de transparencias que tienen un órgano impreso cada una, cubriendo la siguiente lo que dejaba ver la anterior”.
A la par, y por su convicción de que siempre son relatadas de esa manera las cosas, manifiesta de entrada nomás, su intención de acometer ese trabajo sin culpas por las falencias, que sin dudas, podría encontrar quien se tome la molestia de leerlo.
Por ello es que deja constancia:
“De cualquier manera, a quien lo intente, …gracias”.

Autor:

Roberto A. Saunero

El ingeniero Roberto A. Saunero cursó los tres niveles de educación en instituciones públicas de la República Argentina. La escuela primaria, formadora de excelencia en aquéllos años cincuenta, en la escuela N°22 DE II de Buenos Aires; se recibió de Técnico Mecánico en la Escuela Nacional de Educación Técnica N°1 “Otto Krause en 1965, título que le abrió las puertas en numerosas empresas industriales mientras estudiaba ingeniería electromecánica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA) de la cual egresó en 1977 como Ingeniero Electromecánico Orientación Electrónica y Orientación Mecánica. Desde 1972 se desempeñó como docente en la FIUBA, UTN y en la ENET N°1 con un impasse durante los años de la dictadura 1976/83. Reincorporado en 1986 continuó hasta su jubilación en 2010. Fundó en 1981 su propia empresa de instalaciones electromecánicas, a la que dirigió hasta 2009. La construcción desde acueductos, reciclajes edilicios, hasta silos cerealeros, fueron de su dirección durante 43 años de trabajo en obras industriales.