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Este libro ha venido para cumplir un deseo personal y colmar una vieja necesidad. No pretende ser una obra memorable ni mucho menos, pero sí un pequeño legado que trascienda mi existencia.
Para apuntalar su razón de ser, quise compartir con otros su creación, imaginando una experiencia novedosa y compleja, pero muy placentera: invité a veinte personas –que considero valiosas, por diferentes razones– para que me ofrezcan esbozos de ideas que rondan en sus cabezas, que los distingue o los preocupa, y que puedan ser reinterpretadas a partir de mis presunciones. Así que les he pedido que participen con sus obstinaciones para que los relatos contengan algún retazo de sus pensamientos. El resultado ha devenido en breves relatos que corren bajo mi exclusivo empeño y contienen más ficción que realidad.
He querido obligarme a salir de mis obsesiones y comprobar si era posible “ser parte del otro”, entrar en sus universos y abrevar de sus contenidos. Y acreditar, como supuse, que es más fácil lograr eso que conocerse a sí mismo. Sospecho haber alcanzado cierto acercamiento a tal objetivo. Obviamente, en cada una de las narraciones hay, inevitablemente, parte de mi esencia. Esa fue la idea de este juego: amalgamar “sustancias” diferentes para obtener otra. Esto suele ser mágico y glorioso, como ocurre con ciertas fusiones de la química.
Si algo de lo escrito puede ahora formar parte del mundo, naciendo de la osadía que tiene la literatura para darle vida a lo oculto en los secretos andamios de la mente, este compendio habrá obtenido cierto valor.
“Usted puede saber lo que dijo, pero nunca lo que el otro escuchó”
(Jacques Lacan).
Autor:
Daniel Horacio Martínez
Daniel Horacio Martínez nació en La Plata hace setenta y tres años. Estudió en el Colegio Nacional de la UNLP de dicha ciudad, desde donde egresó como bachiller en 1969.
Se recibió de arquitecto a fines de 1975 en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP, y empezó a desempeñarse como profesional independiente a partir de 1976.
Como hobby, ha escrito ficciones desde muy joven, pero esta es su primera publicación.
Fue ayudante en bibliotecas de su barrio de pertenencia durante la adolescencia (Euforión y José Mármol), donde acrecentó su gusto por la escritura.
Ha ejercido su profesión de arquitecto y urbanista de manera liberal, dedicándose especialmente en lo último como autor y coautor de varios proyectos de urbanización, muchos de los cuales han sido ejecutados en diferentes regiones de la Provincia de Buenos Aires.
En el ámbito público, ha integrado los equipos municipales de los Departamentos Ejecutivos de la Municipalidad de La Plata entre los años 1984 y 1987 (director de Obras Particulares y asesor de Planeamiento y Obras Públicas), y luego como director de Obras Particulares entre 2008 y 2009, para finalizar como subsecretario de Planeamiento Urbano desde 2009 hasta fines de 2011.
Fue vocal durante dos períodos en el Consejo Directivo del Colegio de Arquitectos, Distrito 1, donde actualmente se desempeña como asesor y tutor de jóvenes colegas. En esta institución ha escrito diversos artículos concernientes a su profesión, muchos de los cuales se han publicado en los distintos formatos producidos y editados por el citado Colegio.
Desde hace más de una década, vive en la ciudad de Magdalena, donde ha encontrado el ambiente propicio para desplegar su gusto por la literatura, en especial aquellas tipologías desarrolladas como relatos breves y las temáticas dirigidas a evaluar cómo el determinismo biológico de cada ser humano afecta y ordena las conductas personales y colectivas.
Aguafuertes legadas
Este libro ha venido para cumplir un deseo personal y colmar una vieja necesidad. No pretende ser una obra memorable ni mucho menos, pero sí un pequeño legado que trascienda mi existencia.
Para apuntalar su razón de ser, quise compartir con otros su creación, imaginando una experiencia novedosa y compleja, pero muy placentera: invité a veinte personas –que considero valiosas, por diferentes razones– para que me ofrezcan esbozos de ideas que rondan en sus cabezas, que los distingue o los preocupa, y que puedan ser reinterpretadas a partir de mis presunciones. Así que les he pedido que participen con sus obstinaciones para que los relatos contengan algún retazo de sus pensamientos. El resultado ha devenido en breves relatos que corren bajo mi exclusivo empeño y contienen más ficción que realidad.
He querido obligarme a salir de mis obsesiones y comprobar si era posible “ser parte del otro”, entrar en sus universos y abrevar de sus contenidos. Y acreditar, como supuse, que es más fácil lograr eso que conocerse a sí mismo. Sospecho haber alcanzado cierto acercamiento a tal objetivo. Obviamente, en cada una de las narraciones hay, inevitablemente, parte de mi esencia. Esa fue la idea de este juego: amalgamar “sustancias” diferentes para obtener otra. Esto suele ser mágico y glorioso, como ocurre con ciertas fusiones de la química.
Si algo de lo escrito puede ahora formar parte del mundo, naciendo de la osadía que tiene la literatura para darle vida a lo oculto en los secretos andamios de la mente, este compendio habrá obtenido cierto valor.
“Usted puede saber lo que dijo, pero nunca lo que el otro escuchó”
(Jacques Lacan).
Autor:
Daniel Horacio Martínez
Daniel Horacio Martínez nació en La Plata hace setenta y tres años. Estudió en el Colegio Nacional de la UNLP de dicha ciudad, desde donde egresó como bachiller en 1969.
Se recibió de arquitecto a fines de 1975 en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP, y empezó a desempeñarse como profesional independiente a partir de 1976.
Como hobby, ha escrito ficciones desde muy joven, pero esta es su primera publicación.
Fue ayudante en bibliotecas de su barrio de pertenencia durante la adolescencia (Euforión y José Mármol), donde acrecentó su gusto por la escritura.
Ha ejercido su profesión de arquitecto y urbanista de manera liberal, dedicándose especialmente en lo último como autor y coautor de varios proyectos de urbanización, muchos de los cuales han sido ejecutados en diferentes regiones de la Provincia de Buenos Aires.
En el ámbito público, ha integrado los equipos municipales de los Departamentos Ejecutivos de la Municipalidad de La Plata entre los años 1984 y 1987 (director de Obras Particulares y asesor de Planeamiento y Obras Públicas), y luego como director de Obras Particulares entre 2008 y 2009, para finalizar como subsecretario de Planeamiento Urbano desde 2009 hasta fines de 2011.
Fue vocal durante dos períodos en el Consejo Directivo del Colegio de Arquitectos, Distrito 1, donde actualmente se desempeña como asesor y tutor de jóvenes colegas. En esta institución ha escrito diversos artículos concernientes a su profesión, muchos de los cuales se han publicado en los distintos formatos producidos y editados por el citado Colegio.
Desde hace más de una década, vive en la ciudad de Magdalena, donde ha encontrado el ambiente propicio para desplegar su gusto por la literatura, en especial aquellas tipologías desarrolladas como relatos breves y las temáticas dirigidas a evaluar cómo el determinismo biológico de cada ser humano afecta y ordena las conductas personales y colectivas.