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Muchas veces estamos perdidos, sintiéndonos ahogados en un pozo que un espeso musgo nos contrae para seguir allí. Esta es la miseria en todo su resplandor, la que nos genera un malestar emocional que puede llevarnos al punto de perder el control de nuestras propias emociones.
Cuando nuestra luz interna se apaga nos convertimos en estos espectros que ya no saben cómo escalar para salir de este famoso pozo.
En estos relatos y escritos quise contar historias, tanto verídicas como inventadas. Hallando el como nuestra alma se corrompe o es corrompida por el exterior, dada la maldad de algunos que habitan la tierra (sin olvidar que todo tiene un porqué). La cruda realidad de quienes nos han llamado locos, nos han hecho a un lado o nos han perjudicado, dándose el lujo de señalar sin saber que solo tenemos cristales rotos que se intentan reparar.
Autora:
Ana Laura Estrella Diaz
La melancolía de las almas corrompidas
Muchas veces estamos perdidos, sintiéndonos ahogados en un pozo que un espeso musgo nos contrae para seguir allí. Esta es la miseria en todo su resplandor, la que nos genera un malestar emocional que puede llevarnos al punto de perder el control de nuestras propias emociones.
Cuando nuestra luz interna se apaga nos convertimos en estos espectros que ya no saben cómo escalar para salir de este famoso pozo.
En estos relatos y escritos quise contar historias, tanto verídicas como inventadas. Hallando el como nuestra alma se corrompe o es corrompida por el exterior, dada la maldad de algunos que habitan la tierra (sin olvidar que todo tiene un porqué). La cruda realidad de quienes nos han llamado locos, nos han hecho a un lado o nos han perjudicado, dándose el lujo de señalar sin saber que solo tenemos cristales rotos que se intentan reparar.